ACTO POR LA PAZ PARA PALESTINA EN EL INSTITUTO DE BRUNETE

 


Por 

Nadia Hayoun (1ºA, Bach.)


A día de hoy seguimos luchando por la paz en el mundo, luchando por nuestros derechos. Y, aunque han pasado ya varias semanas, y viendo que la situación por desgracia no ha cambiado sustancialmente, queremos recordar que el viernes 10 de noviembre el instituto puso un granito de arena, visibilizando este conflicto, haciendo ver lo mal que lo están pasando personas en Palestina e Israel, dando voz a que todo el mundo tiene derecho a vivir en paz. 


Con este gesto tan bonito, pudieron hacer entender a los alumnos que es lo que está pasando en el mundo e intentar pararlo. Un gesto de apoyo, de solidaridad, haciendo ver que el pueblo palestino y todas las personas que están sufriendo por este conflicto no están solas. Un acto que realmente es necesario, un acto que intenta llegar a los grandes para que paren de una vez esto, un acto que su finalidad es luchar por los derechos de todos. Sonaron sirenas avisando de un bombardeo, pero también la música de John Lennon y la viola de nuestra compañera Estíbaliz Peces, así como los versos de poesía palestina e israelí en castellano, árabe y hebreo; y se utilizó el símbolo de la tierra como mensaje de confraternidad, porque todas las personas tenemos el derecho a compartir la tierra y vivir en paz y dignidad.


En conclusión, este acto se realizó para pedirle al mundo que abran los ojos, haciéndoles ver que  están muriendo muchas personas inocentes que son tal y como nosotros y tienen el derecho a vivir en paz. 


A continuación, os transcribimos el manifiesto que leímos en el comienzo:


Cincuenta años de homicidios ilegítimos, 10.200 palestinos muertos a manos israelís, cero investigaciones penales abiertas.

Hola, me llamo Nadia Hayoun de 1BTO y me gustaría hablar sobre la cuestión de Palestina.

Voy ha empezar citando a Raja Shehadeh, abogado y escritor palestino, y dice así: “Lo peor es la sensación de ser extranjero en tu propia tierra, y sentir que ni una sola parte de ella es tuya”


Masacres en escuelas y hospitales, bombardeos a civiles, la verdadera decadencia occidental es quedarse callado mientras nuestros gobiernos siguen vendiendo armas al país que ha empezado este genocidio.


En las últimas semanas más de 8.000 palestinos muertos, mitad de ellos niños y niñas, personas con familia, con vidas, con aspiraciones, con deseos, con derecho a vivir en paz como cualquier otro, niños que también importan. 


Hemos visto al estado de Israel bombardeando hospitales, bombardeando colegios, bombardeando ambulancias. Hemos visto cómo le cortaban el agua, hemos visto cómo le cortaban la electricidad, las comunicaciones, hemos visto cómo están operando sin anestesia y ahora hemos visto la gota que colma el vaso, como bombardean un campo de refugiados. Esto tiene un nombre, esto es la exterminación de un pueblo de manera sistematica y eso se llama genocidio. Se está castigando a un pueblo entero por las acciones de un grupo terrorista, y un castigo colectivo es un crimen de guerra según el derecho internacional.


Cuántos niños palestinos muertos más podemos soportar? ¿Cuántas imágenes de niños y de niñas cubiertos de polvo y de sangre entre los escombros podemos soportar?

¿Cuántas imágenes de niños temblando, buscando a sus padres entre las ruinas de Gaza?

¿Cuántas imágenes de padres desesperados con los cadáveres de sus niños en brazos?

¿Cuántas imágenes más de muerte podemos soportar? Porque me asusta pensar que ya no nos hagan efecto, que hayamos deshumanizado a los muertos, que seamos capaces de sentarnos ante la pantalla y observar el terror y la muerte sin sentir un escalofrío en la espina dorsal.

Cuantas más de estas imágenes podrán soportar los líderes de la llamada comunidad internacional antes de pedirle a Israel que pare, que pare ya. Que todos entendemos su dolor y desgarro por el acto terrorista de Hamas, un acto que por supuesto, también condenamos. Pero que la respuesta no tiene ni proporción ni mesura. Quien nos pide solidaridad por sus víctimas no puede seguir masacrando a la población palestina de esta manera. 

La situación en la Franja de Gaza es inhumana y los que sobreviven no tienen a dónde ir, están metidos en una jaula cerrada por fuera y quien tiene las llaves no solo les bombardea sino que les deja sin los suministros más básicos.


Solo en Gaza, los palestinos buscan refugio en escuelas y hospitales, que acaban siendo bombardeados.

Solo en Gaza, los periodistas arriesgan su vida para mostrar el sufrimiento de su pueblo.

Solo en Gaza, un niño pierde a toda su familia en un instante.

Solo en Gaza, sigue habiendo cadáveres bajo los escombros.

Solo en Gaza, se utiliza la linterna del móvil para operar.

Solo en Gaza, las mujeres embarazadas carecen de atención sanitaria adecuada. 

Solo en Gaza, los niños escriben sus nombres en sus manos para poder ser identificados una vez muertos.


Solo pedimos la paz y que la guerra no nos sea indiferente.


Por último, aquí tenéis un momento del acto:





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