CIENCIA: LA BIOLUMINISCENCIA, ¿UNA NUEVA SOLUCIÓN PARA LA CRISIS ENERGÉTICA?

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Sabina Halunga (2ºBach., A)

Una de las mayores consecuencias que provoca el cambio climático es la falta de recursos para abastecer a toda una población con energía (preferiblemente renovable). No obstante, en 2014 nació Glowee, una empresa francesa que fabrica lámparas con bacterias sin emplear electricidad. Este idílico proyecto coopera con el 76% de las criaturas que habitan en las aguas profundas (distintas especies de medusas y calamares) que emiten una luz azul verdosa y que el propio filósofo griego Aristoteles describió como luz “fría”. En el medio terrestre, las luciérnagas, ciertos caracoles e, incluso, una larva de escarabajo nativa de América son algunos ejemplos de la gran variedad natural de animales bioluminiscentes. Estas especies son capaces de “producir luz” dada la reacción química que se produce en el interior de su organismo y que consta de la presencia de una bacteria denominada Aliivibrio Fischeri. En la actualidad, Glowee trabaja en la elaboración de una materia prima abastecida de estos microorganismos bioluminiscentes que, según varias declaraciones, libera menos CO2 y consume menos agua que la fabricación de luces LED.  A pesar de que hay constancia de que existen numerosas tribus en la India que han utilizado hongos brillantes para iluminar las selvas más densas, Carl Jonhnson, profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Vanderbilt, recalca la complejidad de implantar este sistema a gran escala, pues postula que el bienestar de estos microorganismos se ve agravado por las condiciones del ambiente. Sin embargo, Glowee ha puesto su proyecto en marcha en la pequeña ciudad de Rambouillet (Francia) donde, hasta el momento, ha sido todo un éxito y las predicciones son prometedoras. Sandra Rey, la fundadora de esta compañía, reivindica la necesidad de reducir la contaminación lumínica de las ciudades pero, ¿será la bioluminiscencia la solución a nuestra crisis energética?