PRIMER PREMIO (EX AEQUO) BACH.: 'LA PARCA Y SHAKESPEARE'
FOTO: Ainhoa Fraile, a la derecha de la imagen,
junto a su profesor, José A. Cerdán, y la otra ganadora
del premio en bachillerato, Almudena Martín.
La parca y Shakespeare
Ainhoa Fraile (1ºC Bach.)
Aún recuerdo a la perfección ese 23 de abril; no hubo día con ambiente más atribulado en todo 1616…
Yo estaba acomodada en el sofá de mi salón, hojeando La Biblia, cuando el último balanceo del péndulo del reloj lo hizo estallar en aquel irritante sonido. Entonces agarré mi guadaña, que me esperaba apoyada en la pared. Sin embargo, mayor era la espera de un talentoso pero enfermo William Shakespeare, que me recibió, algo asustado, esa noche en su casa, en Reino Unido.
-¿Qué vas a hacerme? – preguntó pálido, con voz temblorosa.
-No temas, no sentirás dolor ni iras al infierno – le consolé -. De hecho, donde vas puedes seguir escribiendo si así lo deseas.
Él me miró, poco convencido, para después observar con ojos tristes una pila de libros que había sobre su mesa.
-No tienes de qué preocuparte – insistí -. Te marchas dejando el listón muy alto. Estoy segura de que si yo tuviera corazón, tus obras hubieran logrado sacudirlo.
William esbozó una sonrisa, dejando caer una lágrima por su mejilla.
-Ahora debo llevarme tu alma conmigo, pero cuando nos vayamos podrás leerme algo tuyo, lo que más te guste.
Entonces extendí el brazo hacia él, encogiendo poco a poco los dedos, contemplando como el color de la vida le abandonaba…
Y así, antes de que cerrase mi puño, el cuerpo del escritor ya había quedado vacío.
Pronto le vi acomodado en el sofá junto a mí, leyéndome sus citas favoritas de Macbeth.
Fue entonces cuando el reloj volvió a retumbar.
-Supongo que debo ir a buscar a Cervantes – le conté.
-¿Estás segura? – preguntó – Creí haberme cruzado antes con él.
Y de pronto, lo recordé
-¡Maldita sea! – me quejé – Esto del calendario me está rompiendo el reloj.
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