Situación límite
por
Natalia Grano de Oro (2ºA Bach.)
@natt03_
Tras el gran temporal `Filomena´, la nieve se suma a las nefastas condiciones con las que miles de personas conviven en la Cañada Real de Madrid.
El 2 de octubre de 2020 se produjo un apagón generalizado en la zona y, desde entonces, sobreviven al frio invernal, a la infravivienda y al coronavirus como pueden, algunos mediante estufas de gas y muchos otros con mantas sin poder si quiera ducharse, a pesar del desánimo al ver que no hay manera de poner solución a algo tan sencillo. No obstante, los vecinos han dejado claro que pese a estar sin luz, sin calefacción y sin agua, dado el congelamiento de las tuberías, no van a trasladarse al refugio de emergencia que la Comunidad de Madrid ha puesto a su disposición porque, además de ser arriesgado viviendo en una pandemia, para los más pequeños, supondría emocionalmente y psicológicamente un traslado forzoso. Consideran que estos refugios deben utilizarse para las personas que habitan en la calle, pues estos viven a duras penas, mientras que ellos tienen hogares.
Los habitantes de la Cañada Real únicamente solicitan el restablecimiento del suministro eléctrico, no un desalojo. Es necesario que la luz vuelva cuanto antes porque además de tratarse de un derecho humano, después de 3 meses resistiendo a circunstancias tan despiadadas, los vecinos se encuentran agotados y no creen que puedan soportarlo mucho más tiempo.
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