La otra UME

por

Irene Pérez (2ºB Bach.)

@ireneepereez_

 

Son los verdaderos héroes. Filomena no solo ha dejado un buen sabor de boca a todos los madrileños y ha conseguido que por unos días dejaremos de lado el tema tan repetido durante el pasado año, sino que también nos ha dejado ver quiénes realmente son el alma de los pueblos.

Tras varios días nevando, y tras la histórica cantidad de nieve caída la pasada madrugada del sábado, pudimos observar cómo, sin pensárselo, todos los agricultores de nuestros pueblos salieron a la calle con sus excavadoras y tractores para facilitar un poco el día tan complicado con el que amanecimos. Es triste pensar cómo esta profesión tan bonita que mantiene viva la esencia de nuestros pueblos acabará algún día desapareciendo. Es por ello que nunca debemos olvidar a nuestros trabajadores del campo, que sin miedo alguno no dudan en actuar para ayudar a sus vecinos, ya que estos son su casa. Nunca han sido aclamados y siento que no conseguirán aparecer en la lista de aplaudidos, pero realmente deberían estarlo, ya que todos y cada uno de ellos entregan su vida por el campo y simplemente siguen las tradiciones que sus padres y abuelos les dejaron como legado. Es preciso señalar que ellos también se encuentran al pie del cañón día a día y que además tienen un corazón gigantesco, por ejemplo durante la pandemia no se opusieron a salir a las calles a desinfectarlas para la seguridad de sus vecinos. 

Especialmente me gustaría resaltar el trabajo de Miguel, Álvaro, Luis.. agricultores de Brunete, quienes han seguido la profesión de sus padres y estoy segura de que darían su vida por lo que más les gusta. Gente honrada y humilde que siempre están para ayudar sin importar el problema que se plantee. Es por ello que me gustaría que todos los pueblos les dieran a todos y cada uno de sus agricultores realmente el reconocimiento que se merecen y que algún día desapareciera esa carencia de agradecimiento. Sé que algún día todo el mundo estará tan orgullosos de ellos como sus familias lo estamos.

Los agricultores siempre serán una especie de UME en sus pueblos, serán alma, corazón y esencia de todas las zonas rurales. Nunca buscarán el aplauso porque su dedicación les llama a ayudar pero nunca vendrá mal aclamarles por su constancia y por mantenerse en primera línea de guerra en las situaciones más difíciles.