Un paso atrás

Por

Elena Herrezuelo (1ºB Bachillerato)

La vigésimo quinta cumbre del clima celebrada en Madrid llegó a su fin el pasado domingo 16 de diciembre, dos días más tarde de lo previsto debido a la falta de acuerdos entre los representantes. Esta cumbre ha pasado a la historia por ser la más duradera hasta el momento superando la segunda más larga, que tuvo lugar en Durban, Sudáfrica, en 2011.

Sin embargo, la controversia de esta reunión de representantes no se debe a su duración, sino al pacto al que se ha llegado, además de la presencia de la joven activista sueca Greta Thunberg.

Este nuevo pacto con el nombre de Chile-Madrid, tiempo de actuar no ha convencido a muchos, ya que ha sido denominado como el fruto de una fuerte “falta de ambición” por parte de los políticos, quienes, según las asociaciones medioambientales, han dado un paso atrás respecto al pacto de París de 2015. El principal motivo de esto, es que los temas más esperados por todos y demandantes de cambio (como la emisión de gases de efecto invernadero, las políticas de emisión de CO2, el uso de los océanos y las tierras, etc.) fueron apartadas y pospuestas hasta la convención de Glasgow de 2020, llegando tan solo a acuerdos muy generales en los que cada  país se compromete a reducir al máximo los efectos del cambio climático, aunque no sus causas. Tan solo 84 de los 200 países presentes se han comprometido a establecer planes de recortes de emisiones, entre los que se encuentran España, Francia y Alemania y a los que se opusieron India, China y Estados Unidos. 

Al parecer, los temas de emergencia climática a los que se esperaba poner una pronta solución deberán esperar un año más a la conferencia de Glasgow, en la que los representantes de países volverán a tener la oportunidad de llegar a un acuerdo común para frenar la actual crisis medioambiental. Madrid, pues, una cumbre fallida.