ENTREVISTA. Ramón Roldán: "Escribir es confesar que la vida no basta"


Por
Victoria Recio y Gheorghina Stirbu (2ºC Bachillerato)



El pasado viernes, 25 de octubre, realizamos una entrevista a nuestro profesor de Lengua y Literatura, Ramón Roldán, centrándonos en su faceta como poeta. Le hicimos una serie de preguntas en relación a nuestros intereses, a las cuales respondió de forma clara, amable y cercana.

Ramón (Madrid, 1965) ha escrito varios libros albergando distintas temáticas como el amor erótico en Las alas del ángel (2012) y temas sociales como el de los refugiados con Canciones para Aylan (2018), inspirado en la fotografía del pequeño Aylan Kurdi. Es coautor además de la novela colectiva El legado de Marie Schlau (2014), un thriller histórico escrito por autores de distintas nacionalidades.


¿Cuántas obras tienes publicadas? Tengo publicados dos libros de poesía, una novela en la que participé como coautor, y además tengo manuales de literatura y unas guías de lectura para la colección "Serie Roja" de Alfaguara. También colaboré hace años en un libro de texto de SM.
                                                                                                              
¿Qué te aporta la escritura? Pienso como Pessoa, que “escribir es confesar que la vida no basta”

¿Planificas las historias al detalle antes de escribirlas o las dejas surgir sobre la marcha? En mi opinión, a la hora de escribir una novela, hay que tener un plan previo, incluso realizar un esquema, una especie de primer árbol genealógico para ver la relación que mantienen los personajes entre ellos. A partir de ahí, es muy importante que fluya. Por tanto, la primera fase se basa en la planificación, muy superficial. Una segunda fase de dejar fluir corrigiendo elementos, pero sin obsesionarse con que la obra sea del todo coherente. Y una última y tercera fase en la que habría que revisar precisamente que lo sea, que sea coherente. Esa es mi opinión. Pero yo sobre todo escribo poesía.

¿Cómo promocionas tus obras? Fundamentalmente, por redes sociales y boca a boca. Las editoriales en las que he publicado son pequeñas y no disponen prácticamente de medios para difusión, más allá de crear una página web para el autor o moverlas en redes sociales. En mi caso, han sido muy importantes las presentaciones en diversos lugares, incluido el Ateneo, pero también su difusión en redes como Twitter o Facebook. Además, me han hecho entrevistas en algunas emisoras de radio más o menos alternativas como "Zona Rock" o "Radio Utopía".

¿Cuánto tiempo sueles dedicar a la creación literaria? Depende. Durante el curso muy poco, ya que me dedico por entero a vosotros, a mis alumnos. Cuando más escribo es en vacaciones y, si estoy enfrascado en una obra, reconozco que se convierte casi en una obsesión.

¿No hay una necesidad de escribir para evadirte? En absoluto. Para mí el objetivo es justamente el contrario: escribo porque quiero profundizar en aspectos de la vida en los que, si no escribiese, no profundizaría. Para mí escribir es sentir más la vida.

¿Qué sensaciones tuviste al publicar tu primer libro? Tardé mucho en publicar mi primer libro, porque al dedicarme a la enseñanza, mi tiempo lo volcaba, y lo sigo volcando, en las clases. Fue un amigo el que me impulsó a publicarlo, prácticamente me llevó a rastras a la editorial. Las alas del ángel, mi primer libro de poesía es un libro de amor erótico que únicamente conocía mi entorno pero nunca me atreví a enviarlo a una editorial para ver qué pensaban. A la gente de mi alrededor le encantaba pero fue este amigo el que me convenció para dar el paso, llevándome casi a la fuerza a una editorial en la que él ya había publicado. Hace mucha ilusión el primer libro, sobre todo impresiona verlo en papel, porque de repente lo ves y piensas: "¿Esto es lo que yo tenía dentro?".

¿Qué te inspiró a crear un libro erótico? El sentimiento erótico. El deseo de expresar de otra manera cosas que llevas dentro. El erotismo, como el amor, se expresan con el cuerpo, con el tacto, con la mirada, pero yo lo necesitaba expresar también de otra manera. Además, como decía Bécquer; “la poesía también es memoria”, es decir, no se escribe poesía porque en ese momento experimentes un sentimiento, sino que, tiempo después, la memoria te trae una materia y un lenguaje con que verbalizarla. De alguna manera, se escribe desde la memoria.

¿Tuviste miedo por la repercusión en el centro de este libro? No, en absoluto. De hecho, lo presenté en el instituto en el que estaba entonces, el Máximo Trueba, de Boadilla. Fue muy bonito, y además muy divertido por el tema, claro.

¿Tienes preferencia por algún género literario? Por la poesía, sin duda. Es el género que más me atrapa.

¿Tus obras van destinadas a todos los públicos? Depende. Las obras de creación van dirigidas a adultos, pero un joven puede entender lo que escribo y le puede gustar igual o más que a un adulto. Eso sí, no es una literatura para niños.

¿Autopublicación o editorial? La autopublicación está bien para los manuales, porque da mucha libertad para cambiar sobre la marcha cosas, es mucho más barato y permite al autor ser más dueño de su obra. A mí me viene muy bien para los manuales de literatura con los que trabajo en clase porque los hago absolutamente en función de lo que considero que necesitan mis alumnos. Sin embargo, las obras de creación es mejor que las publique una editorial porque hay correctores de estilo, editores que se preocupan del diseño del libro, de su distribución más allá de los círculos personales del autor... y el escritor puede centrarse únicamente en su obra.

¿Te has inspirado en algún otro autor para hacer tus poesías? Directamente no, pero sí hay autores que influyen, sin duda. 

¿Entre ellos? Yo diría que a mí me han influido especialmente Salinas y Aleixandre, aunque hay quien ha señalado en mi poesía influencias de otros poetas como Lorca, por ejemplo.


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